Los emigrantes denuncian el veto encubierto por el sufragio rogado

La diáspora convoca una manifestación en Buenos Aires para el día 15 en protesta por el recorte de derechos acordado por el Congreso

R. PRIETO | A CORUÑA La reforma del voto exterior esconde más restricciones de las que a simple vista pudieran parecer. La emigración cuestiona ya no sólo el veto a su participación en las elecciones municipales sino también la extensión a las autonómicas y generales del sistema que hasta ahora sólo afectaba a los comicios locales: el voto rogado. Es decir, que la documentación electoral debe ser demandada por el propio votante. Un modelo que, según advierte el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, el andaluz Francisco Ruiz, reducirá la participación en el resto de convocatorias electorales al nivel de las municipales, que se sitúa entorno al 5% frente al 30% de las autonómicas.

¿Por qué? Según argumenta el colectivo emigrante e incluso los propios alcaldes, el motivo es doble. Por un lado, el hecho de tener que el elector se vea obligado a desplazarse para solicitar el voto. Y por otra parte, una vez pedido el sufragio no todos llegan en plazo para el recuento ya. Un ejemplo lo pone el alcalde de Curtis, Javier Caínzos: de las 250 solicitudes procedentes de la emigración para participar en las últimas municipales, tan sólo 103 llegaron en plazo. "Al final lo que cuenta, es el voto efectivo, el que se deposita en urna y llega en el plazo fijado para el recuento", apunta Francisco Ruiz dando por hecho que la participación en las autonómicas caerá al 5%. Ya lo advertía el pasado fin de semana el presidente del Consejo General de la Emigración en una entrevista a LA OPINIÓN: "Implantar el voto rogado en el resto de comicios sería anular el sufragio del exterior".

Para Daniel Barreiro, portavoz en Argentina del colectivo Hijos y Nietos por la Nacionalidad, la participación de la emigración caerá. "Mucha gente no irá a los consulados a votar. Y si para que sea por correo debe ser rogado, también reducirá la participación", argumenta Barreiro, nieto de emigrante coruñés que consiguió la nacionalidad tras la última reforma del Gobierno. Por ello, reclama una tercera opción: el voto por internet.

La movilización que la diáspora inició nada más conocer el preacuerdo de PP y PSOE para vetar a los emigrantes en todos los comicios, salvo en el Senado a través de la creación de una circunscripción propia con cuatro o cinco representantes, continúa ahora pese a que el veto será previsiblemente tan sólo en las municipales. Ante acuerdo del Congreso, los colectivos de emigrantes en Argentina ya han convocado una protesta para el próximo día 15 de mayo ante la Embajada de España en Buenos Aires.

"La reforma del voto exterior es una chapuza. Restringe derechos que reconoce la Constitución e implanta el voto rogado", cuestiona Francisco Ruiz al tiempo que pregunta a Exteriores si será posible aplicar el voto en urna, con la consecuente implantación de 52 mesas electorales en cada consulado.

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